Senda Ecológica

Hoy os queremos mostrar que Toledo no es solo arte y monumentos de piedra. Debido a su ubicación privilegiada también podemos disfrutar de la naturaleza y de paisajes únicos.

Como todos sabemos, la ciudad se encuentra rodeada en tres cuartas partes por el rio Tajo y por un valle que ha hecho que este enclave sea el idóneo para vivir en paz y protegerse de las invasiones exteriores.

Hace muchos años, para que todos los toledanos pudieran disfrutar de esta ventaja, se ideó una senda que rodea todo el casco tanto por el lado interno de la ciudad como por el externo. Este último es más conocido, ya que todos los autobuses lo usan para que los turistas puedan disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad. Este recorrido externo transcurre junto a los terrenos de la Academia de Infantería, bajo el Parador Nacional Conde de Orgaz, y finalmente transcurre entre los cigarrales de Toledo.

En el recorrido interior, en un entramado de pasarelas y caminos podemos hacer un paseo a orillas del rio. En él podemos disfrutar de ruinas del antiguo acueducto Romano, ruinas de baños árabes, presas para que el nivel del agua no baje tan fácil, cascadas artificiales, merenderos, vistas únicas de los dos puentes de Toledo, así como ruinas de otros que ya no están. También hay ejemplares de la vegetación local, que tanto para curiosos como para amantes de la naturaleza, puede ser interesante intentar reconocer, y después ver de qué planta se trata al ver su explicación en los paneles informativos que colocó el Ayuntamiento.

La ruta la podemos empezar desde el Puente de Alcántara y terminarla en el Puente de San Martin, o viceversa. Por el lado externo son exactamente cuatro kilómetros, mientras que por el interno es en torno a la mitad. Tanto en un lado como en otro es recomendable llevar, si se hace en la época de más calor, una gorra y una botella de agua, así como ropa y calzado cómodo.

Por todo ese recorrido, con una buena recopilación que se haya podido hacer, también se pasa por el enclave de varias leyendas y tradiciones locales, como la de La Cabeza del Rey Moro, la del Arroyo de la Degollada, la de La Mujer del Alarife, y muchas más, casi todas con relación con el agua.