Grandes puentes de Toledo

Puentes de Toledo: rutas de acceso a la ciudad

La ciudad de las Tres Culturas huele a historia y es fácil trasladarse a otras épocas recorriendo sus calles. En esta ocasión presentamos las rutas de acceso a la ciudad más tradicionales: los puentes de Toledo.

Toledo tiene dos puentes: el puente de Alcántara y el puente de San Martín. Los dos forman parte de cualquier ruta o visita guiada que se precie porque son lugares emblemáticos de nuestra Ciudad Patrimonio. Y los guías de Destino Toledo estaremos encantados de llevarte a través de los puentes de Toledo siguiendo la corriente del río Tajo.

El puente de Alcántara en Toledo

El puente de Alcántara es uno de los lugares más fotografiados de Toledo. Desde cualquier ángulo, entrando o saliendo de la ciudad, de día o de noche, su belleza llama irremediablemente a ser inmortalizada. De origen romano, fue la principal vía de acceso a Toletum, aunque ha sufrido tantas reconstrucciones a lo largo de la historia, que poco queda de la construcción original. Pero queda toda su magia, que sientes cuando te adentras en el puente dejando atrás el Castillo de San Servando y miras la empinada cuesta que te llevará a descubrir los rincones secretos entre el laberinto de calles toledano.

La importancia de este puente de Alcántara ha sido crucial a lo largo de la Historia. En su primera etapa fue el punto que unía las calzadas romanas de Zaragoza a Mérida y más tarde, en época musulmana, ejercía la misma función pero esta vez entre Zaragoza y Córdoba. La época medieval dotaría al puente, junto con la muralla, de una función defensiva que aún hoy se puede intuir.

El puente de Alcántara da acceso al casco histórico de Toledo, pero también te lleva hasta el mirador del valle, ese lugar desde el que tienes la misma panorámica que el Greco plasmó en su Vista y plano de Toledo. Y, si te gusta el senderismo, en el puente de Alcántara se inicia una senda ecológica a la orilla del Tajo que te llevará de puente a puente hasta el de San Martín.

El puente de San Martín

Movemos ficha llevados por la corriente del Tajo y nos acercamos hasta el Puente San Martín, de construcción más moderna que el anterior y que forma parte igualmente del sistema defensivo de la ciudad y de esa ruta de puertas y murallas que se queda grabada para siempre en la memoria del visitante. Al igual que el Puente de Alcántara, son muchas las reconstrucciones que ha sufrido a lo largo de la historia, pero lo que más llama la atención de este puente es la leyenda que le rodea.

Se trata de la leyenda del Alarife o el maestro de obras encargado de la construcción del puente San Martín. Una noche llegó a casa apesadumbrado después del trabajo y le contó a su esposa que había un error en los cálculos que soportaban la carga del puente que haría que se derrumbara. Pero las obras estaban ya muy avanzadas y no las podía parar, por lo que el desastre era inminente.

Quiso el Destino que esa confesión se produjera en una noche de tormenta y la esposa del alarife, sin que su marido supiera nada, salió de casa hasta el puente San Martín y le prendió fuego a las estructuras de madera. Todo el mundo pensó que fue un accidente por la frecuencia de los incendios en aquella época y nadie sospechó nada. De esa forma, el alarife pudo volver a empezar de cero la construcción del puente, esta vez con los cálculos correctos.

Laura Vélez