EL TOLEDO MOMIFICADO

¿Te habrías imaginado alguna vez que el mayor conjunto de momias mejor conservadas estaba en el subsuelo de una iglesia de Toledo?

Efectivamente, la concentración de momias más grande de España se encuentra debajo de la Iglesia de San Andrés, en la ciudad de Toledo, y en un estado de conservación envidiable.
Aproximadamente 60 cuerpos que fueron momificados de forma natural descansan bajo los pies de la ciudad.

Las condiciones específicas de humedad y temperatura del espacio en el que fueron encontradas han permitido la incorrupción de estos cuerpos y sus ropas, para posibilitarnos saber más sobre las vidas de estas personas.
Estos cadáveres han hecho una pausa en el tiempo y sus características morfológicas nos dejan conocer su sexo, su edad, la causa de su muerte e incluso su estatus social. Por lo que, tras la realización de algunos estudios, se ha podido concretar que la mayoría de las momias pertenecen a mujeres de una edad avanzada y de una clase baja. Pero no todas son mujeres, en menor cantidad se han encontrado cuerpos de algunos menores y de religiosos.
Los expertos han datado el conjunto entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, pues entre los objetos personales que se descubrieron había una bula de 1816.

Pero en Toledo no sólo posee este conjunto magnífico de momias.
En el Monasterio de Santo Domingo el Real, las hermanas dominicas tienen a Sanchito o a su niño, como ellas le llaman cariñosamente. Nos referimos al Infante Sancho de Castilla, hijo de Pedro I “El Cruel” o “El Justiciero”, dependiendo de quién les cuente la historia.
El Infante Sancho murió en la fortaleza de Toro, Zamora, a la temprana edad de 7 años, y durante siglos se pensó que su tío, Enrique de Trastámara, había sido el responsable de la muerte del menor. Pero la historia cambió cuando, durante unos trabajos de restauración del coro del monasterio dominico, se encontró la momia de un niño que resultó ser el Infante. Estaba tan bien conservado que en el año 2006 de madrugada y escoltado por la Guardia Civil, el cuerpo fue trasladado al Hospital Virgen de la Salud de Toledo para hacerle la autopsia y resolver el misterio de esta muerte tan misteriosa de la historia monárquica de España.
La autopsia finalmente reveló que no había muerto envenenado por su tío Enrique, sino que el niño sufrió una infección pulmonar que unido a la exposición de humo de la chimenea de su hogar, provocó la muerte prematura del Infante.
Misterio resuelto después de 636 años.

Otro ejemplo, que encontramos muy cerca de Sanchito, está en el Monasterio de las Comendadoras de Santiago.
Las hermanas de la Orden de las Comendadoras de Santiago conservan el cuerpo incorrupto de Doña Sancha, que falleció en 1270.
Actualmente el cuerpo de la hija ilegítima del Rey Alfonso IX está conservado en una caja-relicario en el monasterio entre medias del coro y la iglesia.
No se puede visitar la momia de Doña Sancha, pero una vez al año las hermanas comendadoras pasean el cuerpo por el claustro procesional de la Mona para celebrar el milagro de la incorrupción de la fallecida.
A Doña Sancha se la veneró como a una verdadera santa pues, según relataron las Comendadoras de Santiago, murió abrazada a un Crucifijo el día de la fiesta del Apóstol Santiago, y su rostro quedó con un gesto tan dulce y resplandeciente que parecía haber entrado en éxtasis. Y, aun no habiendo tratado el cuerpo con ningún tipo de bálsamo ni haberle realizado un proceso de momificación, tenemos una momia más en Toledo actualmente.