El primer mueble de IKEA
Al comienzo los armarios nos los vendían hechos una pieza. Luego en tres o cuatro partes y era fácil montarlos. Hasta que apareció IKEA, y nos encontramos con paquetes llenos de tantas piezas y tornillos diferentes que si no tuvieran sus famosos libros de instrucciones no se podría montar. Y, efectivamente, si no se hace en ese orden exacto siempre va a sobrar algo o no se va a poder montar bien.
Pues no es nada nuevo. Hubo alguien que en el siglo XVI realizó la joya de la catedral de Toledo, la más bella de las custodias procesionales en España: el maestro Enrique Arfe. Ideó una custodia compuesta por unos 12.500 pequeños tornillos, 260 estatuillas y casi 6.000 piezas de todo tipo: pináculos, agujas, doseles, pilares, arbotantes, repisas, etc.
Claro, que él sabía cómo montarla, era su autor. Pero pensaría que en el futuro habría que desmontarla quizá para limpiarla o repararla. Y para que quien se encargara de esa complicada tarea lo pudiera hacer sin excesivas complicaciones, Enrique de Arfe dejó preparado el manual de instrucciones con el orden a seguir para que eso fuera posible. Así que los de IKEA habrán creado sofás con nombres raros y lámparas de mil formas, pero lo de su manual de instrucciones, de novedad no tiene nada, aunque no creo que con las instrucciones del artífice de la custodia vinieran la llave y el destornillador.