El musulmán que salvó a la Reina y al Arzobispo de la ira real.
Hoy vamos a hablar de una de las muchas curiosidades que uno puede encontrarse cuando visita la Catedral de Toledo. Curiosidades que sólo un experto en la ciudad te puede contar.
Dentro de la capilla mayor con sus innumerables figuras y escenas de las vida cristiana… podemos divisar en el lateral derecho una figura que puede resultar un tanto extraña… una estatua de un señor vestido a la usanza musulmana de la época en actitud bondadosa.
¿Y qué hace en la Catedral Primada de España, la más importante para la iglesia católica española, retratado en su altar mayor una persona de otra religión?
Cuando Toledo es reconquistada a los musulmanes por el rey Alfonso VI, éste, en la firma de las capitulaciones promete no destruir sus edificios religiosos, entre otras muchas cosas.
Durante las continuas ausencias del rey Alfonso VI, la Reina Doña Constanza y el nuevo Arzobispo Don Bernardo, ambos de origen Francés y fervientes católicos, decidieron hacer desaparecer todo vestigio relacionado con el mundo del Islam, y de sus ataques no se salvó la mezquita mayor, ya que estaba justo en el mejor punto de la ciudad y además antaño en ese mismo lugar estuvo una basílica visigoda.
Al enterarse el rey de que la mezquita había sido destruida, cosa que le hacía perder su honor de caballero y, más aún, de rey, montó en cólera y regresó a Toledo con el fin de imponer a los culpables, sin distinción de parentesco ni rango, incluida Reina y Arzobispo, las correspondientes penas que contribuyeran a lavar su deshonor.
A su llegada a Toledo acampó con las tropas que le acompañaban en Magán y hasta allí se acercó el Alfaquí, jefe espiritual de la comunidad mudéjar de nombre Abu-Walid para exonerarle del compromiso referente a la mezquita mayor y así salvar a la Reina y al Arzobispo de Toledo.
Esta hazaña de bondad hizo que cuando se planeó la construcción de la Catedral se le incluyera entre su decoración como ejemplo de la bondad y de la convivencia de las dos culturas en la ciudad. Además, Abu-Walid, contribuyó a hacer prevalecer la prudencia, ante los desafueros a que fueron objeto los musulmanes de Toledo, y por la influencia que tuvo para mantener la paz entre cristianos y musulmanes.